La Metralla marca un hito en la historia de Bultaco y en la del motociclismo de este país. Para muchos es la Bultaco por antonomasia (aunque no pocos opinen que tal condición corresponde a la Sherpa). En el momento de su aparición, a principios de los sesenta, supone una de las primeras máquinas de asfalto con ciertas connotaciones deportivas que puede permitirse el motorista español medio, un verdadero modelo “de turismo rápido”, como gusta de definirla su propio fabricante.
Avalada por el prestigio de Cemoto, firma que ha sabido forjarse una sólida reputación tras apenas tres o cuatro años de presencia en el mercado, eclipsa al resto de modelos de asfalto de la casa, que nunca va a fabricar otro tan rabiosamente cañero en toda su existencia, con dos salvedades: la mítica Montjuïc, que no rebasa la fase de prototipo, y la pequeña Streaker (aunque sólo en cilindradas de 74 y 125 cc) nacida en 1977, cuando el final de Bultaco estaba ya cerca.
“En la época de las Montesa Impala, las Ossa Sport y las Bultaco Metralla, España era el país que hacía las más espectaculares, estables y divertidas motos de carretera de la cilindrada 250. Muchos hemos lamentado la desaparición de estas motos ligeras, rápidas y deportivas”, escribió el periodista americano Denis Noyes en las páginas deMotociclismo, haciendo una elegíaca retrospectiva del modelo a principios de 1980.
Pionera indiscutible en el segmento es la Metralla, primum inter pares y casi siempre ganadora en los duelos de esa trinidad motociclista. Su popularidad viene ratificada por unas cifras elocuentes: casi 14.000 unidades vendidas durante las dos décadas que estuvo en producción, de 1962 a 1982. Sólo la superan en veteranía en el catálogo la no menos legendaria Sherpa, lanzada un par de años antes, y la discreta Mercurio.
A grandes rasgos distinguimos cuatro modelos básicos de la saga Metralla, cada uno de los cuales sucede al precedente. Por orden cronólogico vienen a dividirse en dos grupos, popularmente conocidos como el de las clásicas, que integran la 62 y la Mk2, y el de las modernas, donde figuran la GT y la GTS. Derivada de la Tralla 101 –modelo con el que Bultaco inicia su camino-, la 62 es la primera de la dinastía y eterna favorita en el corazón de muchos bultaquistas. Por esta y otras razones, Classic Motor Models la ha elegido como el segundo modelo que pone en producción, respondiendo así a la insistente demanda de los seguidores de la marca catalana.
La Metralla 62 a escala 1:5 realizada por CMM se presentó en el último Salón Auto Retro, en diciembre de 2012 de Barcelona, recibiendo una acogida muy favorable por parte de clientes y seguidores. Con su estilizado depósito de combustible de color gris perla -cuya forma se inspira en el de la Norton inglesa- la maqueta impresiona tanto como la moto a tamaño real.
Estéticamente muy parecida pero con el depósito de color negro, la Mk2 fue la Metralla más rápida, la que mereció más elogios por parte de la prensa de aquí y de fuera, la más producida y durante más tiempo, y de la que se derivó una versión de competición que llegaría a proclamarse campeona continental de resistencia. Y como no podía ser de otro modo, su recreación a escala 1:5 figura entre los planes a medio plazo de Classic Motor Models.