Preciosa ruta, la que pudimos recorrer ayer domingo 26 de Enero. Como de costumbre, cada último domingo de cada mes, teníamos nuestra ya esperada cita con el club. Día de lujo para las motos. Despejado, con un sol reluciente y un frescor agradable.
El recorrido en esta ocasión, era la conocida  “ la carretera de la cabra”. Esta carretera, discurre entre la  localidad de Jete, hasta llegar Junto al puerto del Suspiro del Moro de Granada, ese lugar en el que la leyenda dice que Boabdil escuchó de su madre aquello de "llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre", parte la llamada carretera de la Cabra (Carretera Autonómica A-4050), que aunque vieja y serpenteada, ofrece algunas vistas impresionantes de un paraje único.
 
 
Esta antigua carretera sirvió durante años como conexión entre la capital y la costa. De aquellos tortuosos viajes todavía queda algún mínimo resquicio, como alguna venta que ha sobrevivido al tiempo y se mantiene abierta contra todo pronóstico. La carretera de la Cabra, para el imaginario granadino, constituye una ventana al mar en plena montaña, una puerta abierta al verano en un paraje difícil y encrespado, no apto para quienes padezcan de vértigo.
Tras más de 45 Km de subida por carretera de montaña, con vistas maravillosas y espectaculares  sierras con nieve que nos rodeaban, fuimos atravesándola hasta llegar al Padúl, para volver por la carretera antigua de Granada (Dúrcal, Nigüelas, Lecrín hasta Vélez de Benaudalla…), con un recorrido de unos 120 Km.
 
Muy recomendable la ruta, con un buen firme, dinámica y sinuosa, poco tráfico, que en su  mayoría eran motos, y espectacular el paisaje, y alguna que otra venta  para poder  repostar. Todo esto con buena compañía, qué se puede pedir más, para un día de motos…