El domingo 10 de Junio, tuvimos la concentración de nuestros hermanos de Club "Motos Clásicas de Churriana de la Vega" a la que por supuesto no podíamos faltar. Es inevitable tener que comentar el trabajo y esfuerzo que supone realizar este tipo de concentraciones y más al nivel que el Club de Churriana nos tienen acostumbrados. Pues con esa inquietud sana nos fuimos hasta allí, donde pudimos pasar una jornada de motos estupenda y que como no podía se de otro modo, no nos defraudaron en absoluto.

 
 
 
 
 

También parece que con este Club tenemos predilección, pero no puede ser de otra manera ya que la organización y el saber hacer las cosas bien los ponen un año más a la cabeza de las concentraciones de motos clásicas, al menos de las que ya llevamos asistiendo en repetidas ocasiones. A todos los que les gustan o no saben de éste mundillo de las motos con historia y quieren conocer más de ellas, les recomendamos que estén pendientes de esta concentración y asistan ya sea en moto o andando, porque es una de las pocas que además de recibirte de lujo, tienen una exposición en el interior de la Casa de la Cultura totalmente impresionante, con motos clásicas que quita el sentido tanto para expertos como profanos en el tema. Allí se pueden contemplar modelos únicos y exclusivos, que además es prácticamente imposible verlas en otro sitio ya que son cedidas por coleccionistas y amigos del Club de Churriana. Con un recorrido muy pintoresco y agradable que nos llevó hasta meternos en la carretera de la Cabra, que antaño era frecuentado por los pocos granadinos que podían permitirse el lujo de disfrutar de unas vacaciones en la costa, es hoy en día una verdadera delicia para los amantes de la conducción, y sobre todo si vas encima de una moto clásica y rodeado de otras tantas con sus sonidos tan especiales. Su comienzo se sitúa en el puerto del Suspiro del Moro, lugar en el que según cuenta la leyenda, la reina Aixa le espetó su “llora como mujer lo que no pudiste defender como hombre”. Carretera de montaña que cada vez se vuelve más salvaje, nos quedamos a repostar y coger fuerzas casi en el cruce de Jayena y de vuelta hacia Churriana de la Vega, donde seguiríamos cogiendo fuerzas y más fuerzas en un ambiente súper agradable y festivo con los demás clubes y visitantes que asistimos a la concentración. Otro año más que nos quedamos con ganas de más y que tendremos que esperar hasta la próxima, pero por supuesto no sin antes agradecer tanto a todos los socios del Club de Motos Clásicas de Churriana como a su presidente José María, la invitación, el trato recibido, la profesionalidad demostrada en hacer las cosas bien...

 

Hasta pronto!!!